Casas sanas
Tu hogar puede cuidar de tu salud y bienestar
No es casualidad que una casa sana se haya convertido en la aspiración de muchas personas, ya que cada vez somos más conscientes de lo importante que es nuestro entorno para nuestra salud y bienestar.
Aquí te contamos lo que debes saber sobre las casas sanas y cómo puedes disfrutar de una sin complicaciones.
¿Qué son las casas sanas?
Empecemos por el principio y veamos qué es eso de una casa sana.
Como definición, podemos decir que una casa sana es una vivienda diseñada, construida, mantenida y rehabilitada de manera que favorezca la buena salud de los ocupantes.
Una casa sana ha sido pensada y diseñada de forma que cuide de tu salud.
Nuestro entorno influye mucho en diferentes aspectos de nuestra vida y de nuestro bienestar, por eso es importante que habitemos espacios que nos ayuden a estar mejor.
Piénsalo un momento.
Si te cuidas llevando una dieta equilibrada y haciendo ejercicio, ¿tiene algún sentido que el lugar en el que vives no cuide también de ti?
No hablamos solamente de la parte física, que es muy importante, sino también de la salud mental y emocional.
Pero, ¿una casa puede hacer todo eso? Pues sí. Te lo contamos.
¿Cómo es una casa sana?
Cuando pensamos en una casa sana, seguro que se te vienen a la cabeza los materiales con los que está construída o los productos que utilizamos dentro de ella a diario.
Pero hay mucho más:
1. Calidad del aire
Por ejemplo, cuando cocinamos, la mayoría de nosotros no pensamos que estamos cambiando la calidad del aire dentro de nuestra vivienda, pero preparar una comida puede generar muchas partículas.
Según los datos de un estudio de la California Environmental Protection Agency, en tu cocina puedes generar niveles tan altos que se parecen a un mal día de contaminación del aire exterior en Pekín. Y dependiendo del tipo de ventilación, esos niveles pueden elevarse y mantenerse altos por períodos prolongados.
Sin embargo, a pesar de que sabemos esto, la ventilación es una gran olvidada en muchos hogares.
2. Descanso y bienestar
Por otro lado, pasamos un tercio de nuestra vida en un mismo sitio: el dormitorio. Es ese lugar que debe proporcionarnos descanso y bienestar.
Y para eso es necesario una buena calidad del aire, una buena iluminación y una temperatura adecuada.
De no tener estos factores controlados, nuestra calidad de sueño puede ser mala y esto nos afecta de forma directa a la salud.
Para tener una casa sana debemos tener en cuenta:
- El aire: la calidad del aire que se respira en casa se puede mejorar a través de diversas estrategias que incluyen el filtrado, la eliminación o la reducción de fuentes de contaminación
- El agua: es importante que en nuestros hogares tengamos acceso a agua de buena calidad.
- La iluminación: para cuidar del bienestar será necesario el diseño de sistemas de iluminación natural y artificial. De ello dependerá nuestro confort, lucidez y calidad del sueño.
- Movimiento: el espacio que habitamos debe favorecer nuestro movimiento y un modo de vida activo. En esto influye la distribución y el mobiliario.
- Confort térmico: no tenemos que contarte lo desagradable que puede ser tener frío o calor en casa.
- Sonido: la contaminación acústica es un problema grave en muchas viviendas, sobre todo en la ciudad. Por eso es importante buscar el confort mediante el control de parámetros acústicos y un correcto aislamiento.
- Materiales: debemos reducir la exposición a componentes contaminantes de los materiales, a la vez que éstos nos proporcionan un espacio agradable.
- El entorno: la relación con el entorno es fundamental para lograr el bienestar, por eso en una casa sana cobra mucha importancia el diseño biofílico, donde se utilizan materiales naturales y se incorpora vegetación, tomando inspiración en la naturaleza.
- Mente: la salud mental es fundamental para el bienestar de las personas, y aunque todos los elementos que mencionamos le afectan, hay que destacar que una casa sana promoverá a través del diseño un ambiente inspirador y restaurador.
¿Por qué tener una casa sana?
Vivir en una casa sana nos ayuda, como decíamos, a tener una mejor salud y más calidad de vida. Entre ostros aspectos, nos proporciona:
- Mayor energía y vitalidad.
- Un mejor descanso y calidad del sueño.
- Bienestar físico y emocional.
- Mayor capacidad de concentración.
- Comodidad.
- Fortalece el sistema inmunitario, lo cual nos protege frente a enfermedades.
Por otra parte, una casa sana considera los aspectos de su entorno para adaptarse a él de la mejor manera. Por lo tanto, una casa sana es respetuosa con el medio ambiente.
No podemos crear entornos saludables sin respetar la naturaleza y el medio que nos rodea. Con respecto a esto, tenemos un beneficio añadido, y es que respetar el medio ambiente suele venir ligado a un ahorro económico en nuestras facturas.
¿Cómo construir
una casa sana?
El proceso de construcción de una casa sana no es tan diferente al de cualquier otra. Simplemente en su diseño se le otorga especial relevancia a los aspectos que comentábamos como la calidad del aire, una ventilación adecuada, el confort lumínico, la relación con el entorno, etc.
De este modo, se crean espacios que respetan nuestra salud y cuidan de nuestro bienestar.
Por supuesto, para construir una casa sana es fundamental que tengamos en cuenta el entorno en el que se encuentra. De esta manera podemos adaptarnos a las condiciones climatológicas y a otros factores que influirán de forma directa o indirecta sobre el diseño del proyecto y su construcción.
Cuando tenemos muy claro cuales son los factores externos que nos afectarán, debemos diseñar la vivienda de manera que se adapte a un estilo de vida sano y nos ofrezca una buena calidad de vida.
De esta manera, se elegirán los materiales y métodos de construcción, instalaciones, mobiliario, etc.
¿Quieres construir una casa sana?
Si quieres saber más sobre cómo construir una casa sana que cuide de ti y tu familia o empezar con tu proyecto, en 964 arquitectura podemos ayudarte.
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